sábado, 17 de enero de 2015

Crítica Whiplash

O la historia del hermano gemelo y malvado de JJ Jamison. No sé como no le dan más papeles así a JK Simmons, este año lo va a ganar todo.

La línea es simple: un profesor de una banda de jazz muy cabrón "recluta" a un joven batería prometedor muy ambicioso. Los dos se las tendrán día tras otro cuando Fletcher (el profesor, interpretado por Simmons) saque de quicio a Andrew (el alumno, interpretado por Miles Teller). Porqué? Según el bueno de Fletcher, hoy en día ya no se estimula el talento musical para buscar el próximo gran genio del jazz. Él reconoce que sus métodos no son los más correctos pero es la única forma, según su opinión, de sacar el máximo partido a sus alumnos (al más puro estilo Chaqueta Metálica, con abusos incluidos). Obviamente, un aprendizaje así no le sienta bien a nadie, y la personalidad de Andrew empieza a cambiar: deja a su novia, se le sube el ego, se obsesiona con tocar, etc. También se debe decir que Andrew no goza precisamente del mejor apoyo familiar, ya que consideran que ser músico no lleva a nada mientras que sus primos, jugadores de futbol americano, sí merecen todos los elogios.

Una vez presentados los carácteres y ambiciones de los dos protagonistas, el recital interpretativo de Simmons y Teller es arrollador. Puedes llegar a sentir la furia y la locura de Fletcher y el dolor físico y mental de Andrew que, por cierto, aprendió a tocar la batería prácticamente desde cero para esta película. El resto del reparto pasa prácticamente inadvertido.

Sin embargo, hubo algunas cosas que no me gustaron, sobretodo como aficionado a la música. Whiplash da a entender, o incita a que pienses, que si quieres ser el mejor batería de jazz debes tocar lo más rápido posible, cuando en realidad no es así: también cuenta la técnica, la emoción, el ritmo, etc. Pero bueno, eso no son quejas de la película sinó de la forma de enfocar el tema, aunque reconozco que para el espectador que no tenga ni papa de música ni le importe le sea más fácil relacionar la calidad del músico con la velocidad a que toca, ya que es más espectacular.

Volviendo a la película, el clímax de Whiplash es puro cine, no te deja respiro y no sabes si gritar o quedarte embobado delante la magnífica actuación de los 2 actores. El final tampoco te deja indiferente, sin entrar a spoilear nada, no sabes si abrazar el director o estrangularlo, pero sin duda creo que es consecuente con la película y eso siempre es de agradecer.


En definitiva, no nos engañemos, Whiplash no tiene una trama muy complicada y se trata de una historia mil veces contada en el cine, pero creo que es la forma en que se cuenta, la facilidad con la que empatizas con Andrew y la gran actuación de Simmons lo que la hace especial. Recomendable para todo aquel amante de cine y obligatoria para los aficionados a la música.

Nota: 8/10

2 comentarios:

  1. Me gusto mucho como se desarrolla la historia, no cabe duda que Whiplash es de las películas que merecen un reconocimiento, no solo por la historia y las actuaciones, sino por la lección de vida que deja.

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    1. Totalmente de acuerdo. A mi lo que más me interesó fue el planteamiento de ese dilema moral de si el fin justifica los medios para sacar el talento de las personas.

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