Edgar Wright, Simon Pegg y Nick Frost vuelven en esta película donde 5 amigos del instituto se reúnen en sus 40 años para completar una importante misión que no pudieron terminar cuando eran jóvenes: hacer una cerveza en cada uno de los 12 pubs de su pueblo.
Lo que en un principio es un aburrimiento indigno de Wright, se va animando a medida que nuestros protagonistas descubren hechos paranormales en algunas de las personas que conocen. Si a ello le sumas unas reacciones de unos completos borrachos (muy buena actuación de cómo hacer de bebedor, por cierto) tenemos unas situaciones absurdas al más puro estilo inglés. Respecto el final, aunque el filme se pasa un poco de rosca y se permite unas cuantas conveniencias logra hacerte pasar un buen rato.
En definitiva, aunque tanto el director como los actores están bastante bien en su trabajo (Simon Pegg se pasa un poco de sobreactuación durante los primeros minutos), el guión es tirando a flojo. Está lejos de considerarse a la altura de Shawn of the Dead, por ejemplo, pero se deja ver en una tarde que no tengas nada mejor que hacer.
Nota: 6/10
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