lunes, 4 de enero de 2016

Crítica Salvar al Soldado Ryan


Steven Spierlberg vuelve a hacer magia con este film que recuerda a lo mejor del género bélico. Siguiendo los pasos de un pequeño pelotón que desembarca en Normandía, se les asigna la difícil tarea de encontrar un soldado en concreto (Ryan, interpretado por un jovencísimo Matt Damon) perdido por el norte de Francia.

La película empieza fuerte, muy fuerte, con una representación fiel (según los verdaderos veteranos de la guerra) del Desembarco de Normandía. Tom Hanks y Tom Sizemore lideran, tanto en acción como en actuación, este pequeño grupo al que seguiremos a lo largo de la historia.

Así pues, siguiendo una primera hora memorable, el relato se va deshinchando. Secundarios como Upham, que imagino que Spielberg quería como personaje humano con el cual los espectadores se pudieran relacionar, sobra muchísimo y su arco personal no interesa lo más mínimo. Por suerte, la película rectifica justo a tiempo para firmar un tercer acto más que digno, con los protagonistas intentando salvar su piel a la desesperada ante un ejército claramente superior.

En conclusión, Salvar al Soldado Ryan tiene unos primer y tercer actos excelentes desde un punto de vista bélico, pero no logran captar tu interés en el factor humano al tener un guión bastante artificial. Aún así, es una película que ningún cineasta debería perderse, y menos sabiendo que fue un buen punto de partida para arrancar una obra maestra como Hermanos de Sangre.

Nota: 7,5/10


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