domingo, 21 de febrero de 2016

Crítica Ocean's Eleven


Uno de los grandes guilty pleasures de principios de los 2000, Ocean's Eleven reúne uno de los mejores repartos vistos en el cine (George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Julia Roberts, Andy Garcia....), y se nota que se lo debieron pasar en grande grabando la película.

El filme comienza con el personaje de Clooney, Danny Ocean, que nada más salir de la cárcel ya quiere dar uno de los golpes más difíciles nunca hechos por un ladron y de paso intentar recuperar a su ex mujer. Pero para hacerlo necesitará un equipo de 11 personas que cumplan un rol dentro de la misión. 

La película, la verdad, es que entretiene muchísimo. Llevada por el carisma que desprenden sus actores, el ritmo no frena en ningún momento y te engancha dentro de esta aventura delictiva. Te lo pasas en grande animando los malos de la película (porque, recordemos, los protagonistas son unos ladrones) pero como el antagonista de la película es aún peor pues te lo perdonas.

Sin embargo, para mí el mayor acierto de la película es que el grupo de Ocean no sólo consiguen engañar y torear a Terry Benedict, el jefe del Casino interpretado por Garcia, sino que también juegan con el espectador, haciéndole ver una cosa cuando hacen todo lo contrario. Sin duda ese final, cuando cuentan cómo dan el golpe, es la mejor parte.

En definitiva, Ocean's Eleven ya es un pequeño clásico del género de los heist (el último siendo Ant-Man, más o menos) y es recomendable para toda la familia, ya sea por su humor, aventura o la historia de amor entre Danny y Tess. Entretenimiento del bueno.

Nota: 7,5/10


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