Uno de los ya considerados clásicos modernos, David Fincher arma un notable thriller que gira en torno a los detectives Mills (Brad Pitt) y Somerset (Morgan Freeman) cuando investigan un asesino en serie que basa sus crímenes en los 7 pecados capitales.
Con un ritmo sorprendentemente rápido Fincher te regala un ambiente de esos que te dejan con mal cuerpo: una ciudad donde el crimen es lo más cotidiano y la gente no se preocupa por nada, los dos detectives se encuentran "solos ante el peligro". Respecto a los personajes, Somerset es quien disfruta de más desarrollo al conocer su presente y parte de su pasado. Por otro lado, creo que Mills es un personaje totalmente plano que le hubiera venido bien un poco de historia personal, algo que parecen querer explotar durante los minutos iniciales pero pronto olvidan. Sin embargo, el gran triunfador, por dificultad del cometido, es el malvado de la cinta John Doe, interpretado por Kevin Spacey, ya que sus minutos en pantalla son diminutos pero logra llenar su personaje de interés y carisma.
Pero por si algo es conocida la película, y también mi parte favorita, es por el final (que no voy a contar aquí). Fincher y Kevin Walker se sacan un tercer acto fenomenal que da un giro a todo lo que hemos visto hasta entonces y no podrás hacer nada más que levantarte y aplaudir al villano, con eso lo digo todo.
En definitiva, Seven es un thriller excelente, con un buen ritmo y un magnífico guión, interpretaciones sólidas por parte de Pitt, Freeman y Spacey, y que a estas alturas ya se considera un pequeño referente del género. Definitivamente no recomendable para menores o gente con poco estómago.
Nota: 9/10
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