martes, 16 de diciembre de 2014

El Hobbit: La Desolación de Smaug


Si la primera fue una mini decepción, ésta segunda fue una mini sorpresa positiva. Visto el nivel más bien bajo de la primera, otra vez iba al cine con las expectativas un poco bajas y, aunque no salí eufórico, el nivel de La Desolación de Smaug es superior. 

El ritmo de la película va a ratos. Los primeros instantes de los enanos, Bilbo y Gandalf en el territorio de Beorn y, más tarde, en el Bosque Negro (cuando Gandalf ya se ha ido) son bastante rápidos y tienes la sensación de pasártelo bien (las arañas ayudan mucho a que sea así, pero los niños lo pasarán un poco mal). Luego viene el primer punto bajo, cuando los enanos son presos por los elfos del Bosque. Muchos diálogos insulsos y la invención de Peter Jackson del triángulo amoroso entre Legolas, Tauriel y Kili, que sobra muchísimo, sólo para aportar otra presencia femenina con Tauriel al reparto.

Luego seguramente vienen los mejores minutos del filme, con la escapada con barriles por el río (lo mejor de las dos primeras películas de largo). Unos grandes efectos visuales, un conjunto de buenas secuencias y mucha imaginación lo hacen espectacular, mientras los elfos hacen delicias con sus arcos y flechas. La Ciudad del Lago también es un gran acierto, te dan ganas de perderte entre sus calles y, al mismo tiempo, odiar en que estado se encuentra (grande Stephen Fry). Por último, tengo sentimientos encontrados con la reunión de Bilbo con Gollum, no está mal, pero por la iconicidad del momento esperaba un poco más.

Más tarde llegan los 2 puntos culminantes de La Desolación de Smaug. El primero, cuando Gandalf va en busca de el Nigromante, es muy positivo, se consigue crear un gran ambiente tenebroso y la gran revelación de la trilogía es mostrada de forma magistral. Por otra parte, tenemos a Bilbo con el dragón Smaug. Aunque Smaug sea impresionante y Bennedict Cumberbatch haga una actuación de doblaje y una motion capture perfecta, sobra mucho monólogo del dragón y se hace un poco largo. Menos mal que cuando llegan los enanos y se las tienen con el dragón se anima un poco la cosa.


El final te deja en el punto álgido de la trilogía en todos los frentes y hace muy bien la función de dejarte con las ganas de la tercera parte. Ésta si es muy recomendable, pero tienes que haber visto el mini suplicio que fue la primera para entender algo de lo que está ocurriendo. PD: Viendo trailers y clips de El Hobbit 3, parece que va a estar a la altura de El Retorno del Rey, ahí si voy con expectativas. Que no me defrauden.

Nota: 7,5/10

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