Típica comedia inglesa con un reparto muy destacable pero que no logra ser distina a los de su género y que pasa sin pena ni gloria por mis retinas.
Los protagonistas son un asesino a sueldo llamado Victor Maynard (Bill Nighy) al que se le encarga matar a la preciosa Rose (Emily Blunt), una ladrona de tres al cuarto. Contarán con la ayuda de Tony (Rupert Grint, el Ron Weasley de Harry Potter), un personaje que podría no haber existido y la historia hubiera continuado igual, pero por lo menos Grint hace un buen trabajo. El antagonista es el ahora conocidísimo Martin Freeman como Hector Dixon que deberá terminar el trabajo de Maynard. Digo terminar porque éste no mata a la chica al enamorarse de ella.
Con esta premisa tan vista la película está llena de gags y momentos surrealistas al más puro estilo inglés que, junto a un buen ritmo, te harán pasar el rato de una forma agradable. Dicho esto, el filme no es nada novedoso y sientes que todo ya lo has visto unas cuantas veces, haciéndote olvidar lo visto nada más terminar la película. Tan compleja como larga es esta crítica. Recomendada sólo para gente aburrida.
Nota: 5,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario