Robert Downey Jr vuelve con su versión desenfadada del detective Sherlock Holmes en una secuela que mejora por momentos a su antecesora y que, en otros, falla miserablemente.
La verdad es que Juego de Sombras no aporta nada nuevo a la franquícia salvo un villano a la altura: James Moriarty, interpretado por Jared Harris, que le da una sensación de serenidad, inteligencia y crueldad necesarias para el personaje. Personalmente pero, me sigo quedando con el Moriarty de la serie británica, al tener más capas y ser más interesante, pero Harris es de lo mejor de la película.
Respecto al resto, Downey y Jude Law están perfectos en sus roles, como siempre, incluso los secundarios Rachel McAdams, Noomi Rapace, Stephen Fry y Paul Anderson tienen su punto a favor. La trama va de menos a más, empezando por la despedida de soltero y la posterior boda del Doctor Watson, un poco aburrida la verdad, acelerando en la huida de la fábrica (gran escena la del bosque) y terminando en lo altos de Suiza.
La película en sí ya no tiene más para comentar: entretiene mucho, tiene actores buenos y carismáticos, una historia suficiente y a por las palomitas. Eso sí, no por ser comercial es mala. Sherlock Holmes: Juego de Sombras es entretenimiento de calidad y lo disfrutará toda la familia. Muy recomendable
Nota: 6,5/10
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