viernes, 24 de julio de 2015

Crítica Piratas del Caribe: el Cofre del Hombre Muerto


Después de una primera entrega más que aceptable y muy entretenida, Jack Sparrow, Will Turner y los demás vuelven en el Cofre del Hombre Muerto, la segunda película de la saga Piratas del Caribe.

Perdiendo el elemento sorpresa al ser una secuela, los gags del indescifrable Sparrow son menos graciosos, pero continúan siendo igual de efectivos. Así, los guionistas buscan acertadamente otros elementos para distraer al público, en este caso la responsabilidad recae en el nuevo malo: Davy Jones (un gran fichaje), que junto a su tripulación comparten una maldición donde son dueños y esclavos de su navío, el Holandés Errante. La trama se sitúa en el contexto de que Sparrow le debe años de servicio a bordo del Holandés y Jones quiere hacérselo pagar.

Todos los viejos personajes no han evolucionado lo más mínimo, con la excepción de Elisabeth Swann (Keyra Knightley), ahora convertida también al mundo pirata. Un cambio que se agradece a falta de entusiasmo por parte de los guionistas con el resto. También compras el cambio de bando (relativo) que hace el Capitán Barbossa y su tripulación respecto a La Perla Negra.

En definitiva, una película suficiente en la saga pero que paga su papel como filme de transición a la espera de la tercera entrega, con escenas divertidas y llenas de acción, pero nada que no hayamos visto ya en la primera parte. Recomendable para un domingo por la tarde.

Nota: 6/10

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