Sicario nos ofrece una visión cruel y realista de las operaciones secretas de los Estados Unidos contra las redes de narcotraficantes y otras organizaciones criminales. Imaginar si realmente ocurren estas cosas es lo que le da jugo a la cosa.
Emily Blunt, Benicio del Toro y Josh Brolin lideran este magnífico reparto que, aunque sus secundarios son casi invisibles, se come cada minuto que tienen en pantalla. Y éso es tan sólo la punta del iceberg de lo que Sicario nos ofrece, siendo la mejor de ellas las magníficas escenas de acción bélica. Quizá el desarrollo de los personajes es un poco plano, pero se compensa al conocer las grandes motivaciones que les llevan a hacer lo que hacen.
Pero lo que me llama la atención es la tensión que desprende en todo momento, sobretodo reflejada en el rostro de Blunt, no te la quitas de encima hasta que ves los créditos (la tensión, no el rostro de Blunt). Sí, quizá se le puede acusar de una falta absoluta de humor, pero creo que sería desacertado que, en medio de operaciones tan desagradables, se soltaran bromas al estilo Tony Stark.
En definitiva, Sicario es una gran película con grandes actuaciones, pero aviso que te deja con mal cuerpo. Sin duda no es recomendable para todo el mundo pero si te gusta el género te va a encantar.
Nota: 8/10
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