Cómo se puede saber que una máquina goza de inteligencia artificial y, por lo tanto, de conciencia? Con esa premisa tan básica pero inteligente se planta Ex Machina, una pequeña gran sorpresa del 2015.
Quizá no tenga los mejores recursos de escenografía (la película se desenvuelve en un sótano) ni un gran reparto (sólo tiene 3 actores y un par de secundarios), por éso hay gente que se echa para atrás cuando le dicen de verla, pero desde aquí hago un llamamiento para que le den una oportunidad a la película porque vale la pena.
Tanto Oscar Isaac (el inventor Nathan), Domhnall Gleeson (el conejillo de índias Caleb) como Alicia Vikander (Ava, la robot a la cual analizamos) están espléndidos en sus papeles, no sólo planteando sus motivaciones y personalidades, sino ocultando sus segundas intenciones en todo este lío. Porque Ex Machina se marca un final casi a lo Fincher, coronando el filme de la mejor forma posible.
En definitiva, Ex Machina da qué pensar, con grandes interpretaciones y muchas sorpresas. También se puede considerar un poco rara así que no le gustará a todo el mundo pero, sin ninguna duda, es un experimento por el cual todos deberíamos pasar. Igual que Ava.
Nota: 8/10
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