Uno de los pocos pinchazos que se le recuerdan a Pixar en los últimos años, El Viaje de Arlo es la aventura de un dinosaurio para superar su miedo crónico acompañado de un niño humano con costumbres de perro.
Aunque la idea no está mal y la factura visual de Pixar siempre es impecable, la ejecución es tirando a floja: los primeros minutos son muy tediosos y llegas a cuestionarte el porqué has comprado las entradas (por tus primos pequeños, supongo). Por suerte, el "viaje" en sí empieza y la cosa mejora considerablemente. Arlo, que durante el inicio es poco menos que insoportable, experimenta una clara evolución hacia la valentía mientras conoce a multitud de personajes secundarios que llegan a ser más interesantes que el propio Arlo.
En definitiva, El Viaje de Arlo no es de las mejores de Pixar ni de lejos pero, salvo sus minutos iniciales, contiene suficiente aventura, distracción y visuales como para que los pequeños de la casa se lo pasen en grande.
Nota: 6,5/10
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