Antes de empezar con la crítica, debo decir que no he visto Breaking Bad (lo sé, merezco ser castigado) por lo que mi visionado, en principio, debería ser un poco más objetivo e inocente que los que sí han visto la otra serie. Si me pierdo detalles, debido a ese mismo motivo, pido disculpas.
El primer episodio nos sirve simplemente para presentarnos el personaje protagonista, Jimmy McGill, supuestamente en sus inicios como abogado. Podríamos definir a Jimmy como el típico perdedor al que todo le sale mal, que vive en un antro y sus negocios no podrían ir peor pero que, sin embargo, él conserva la labia y la energía con una fuerte autoestima que le hace creer que podría aspirar a mucho más.
El episodio se centra tanto en Jimmy que las pocas pinceladas que vemos del resto de personajes nos saben a poco, pero que logran cautivarnos y nos dan una idea del potencial que tienen y que espero que aprovechen en los próximos episodios. Aunque la fotografía y la banda sonora me han gustado bastante, tengo que decir que el ritmo se me ha hecho demasiado lento, sobretodo al principio. Por suerte, hacia al final, ya se monta el primer problema que tendrá que superar el pobre Jimmy, subiendo un poco el nivel y dejándote con la miel en los labios de cara el segundo episodio.
En definitiva, como novato en el universo Breaking Bad tengo que decir que, en líneas generales me ha gustado el episodio, tiene buenos actores y unos personajes interesantes (a quién no le gustan las historias de los perdedores?) pero que abusa demasiado de la escena-corte-escena siguiente, interrumpiendo demasiado el ritmo y dando, así, esa sensación de lentitud que señalaba anteriormente. Claro está, que una vez presentados todos los personajes, todo debería fluir mejor y así la serie nos convencerá del todo. De momento, la seguiremos viendo porque le veo mucho potencial y porque no me perdonaría perderme el tren del universo Breaking Bad por segunda vez.
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