domingo, 27 de marzo de 2016

Crítica Hairspray (2007)


La verdad es que cuando me dijeron de verla pensaba que se trataba de un remake de Hair o algo parecido (en realidad es un remake cinematográfico de un musical de Broadway, que a su vez es un remake teatral de la película con el mismo nombre hecha en 1988, menudo lío).

Hairspray es un musical protagonizado por Nikki Blonsky interpretando a Tracy, una joven cuyo sueño es convertirse en bailarina famosa en televisión. Aunque la premisa no es muy atractiva y la hiperactividad de Tracy te cansa bastante pronto, tienes que ver los mensajes morales que deja la película sobre la importancia del físico o de la separación racial de la sociedad de mediados del siglo XX.

Pero el punto fuerte y el gran atractivo de la película son los actores secundarios que rodean a Blonsky: Christopher Walken, Queen Latifah, Michelle Pfeiffer, James Marsden (aquí tenemos a Cíclope de los X-Men como showman de la televisión, quien lo ha visto...) Zac Efron y, sobretodo, un irreconocible John Travolta, cuya interpretación empieza con uno mismo rascándose la cabeza pero que te termina comprando. El tío le puso coraje por no decir otra cosa al aceptar este papel !

También hay cosas negativas, obviamente, como los innumerables clichés del género: las típicas antagonistas rubias de pote que quieren toda fama para ellas y que creen que la pueden comprar con dinero u otras formas de pago, unos policías que convenientemente tienen neuronas de menos, etc. Por lo menos en el acto final hay un pequeño giro que se agradece.

En definitiva, aunque algunas canciones provocan más repelús que otra cosa (las del principio sobretodo) Hairspray es un musical agradable para toda la familia, con moralejas a enseñar y que te dejará con alguna canción en la cabeza y en modo repetición durante unos cuantos días. Divertida.

Nota: 6,5/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario